jueves, 11 de octubre de 2007

¿PERIÓDICOS EN EL 2043?


Hay algunos futurólogos que anuncian el fin de la prensa escrita para el año 2043; uno de ellos es Philip Meyer, autor de The Vanishing Newspaper. Es sabido que los ciudadanos están optando por Internet a la hora de informarse. Los diarios, en cambio, son más útiles para asuntos de películas en el cine, horoscópo, catálogos de multitiendas, puzzles o farándula.

Los grandes temas como la política internacional, conflicto en el Medio Oriente, la presencia de Irán en sudamérica, son noticias que los lectores prefieren leer a través de la web, foros o blogs. Es por esto que la interrogante continúa: ¿serán capaces los periódicos de sobrevivir a la tormenta tecnológica o simplemente, se ahogarán en el intento? "La muerte de los periódicos" es un interesante artículo que se puede leer en http://blogs.periodistadigital.com y que talvez, pueda ayudar a resolver algunas inquietantes acerca del actual fenómeno informativo. Una recomendación para estudiantes de periodismo, para quienes se preocupan por el devenir de las cosas y para quienes piensan en abandonar la vieja costumbre de leer diarios, a cambio del último computador en boga.

LA VIEJA PROFESIÓN DE INFORMAR

JUAN LUIS CEBRIÁN: EL AYER Y EL HOY DEL PERIODISMO


Juan Luis Cebrián, director y fundador del periódico El País, señaló en el tercer día de la 62° Asamblea General de la SIP que los periodistas son personas que poseen la capacidad para obligar, cada semana y cada día, a millones de seres humanos a que piensen y digan la misma cosa. Ese es el poder del periodismo.


Son varios los ilustrados pensadores, escritores y filósofos que han hecho algún tipo de comentario acerca de la profesión del periodista. Honoré de Balza proclamaba que la prensa era tan importante que si no existiera habría que no inventarla. Carlos Dickens, director de diarios, tampoco escapó a la tentación de criticar este oficio: “Londres es como un periódico, comentaba, hay de todo y todo está desconectado”.


Sin embargo, en la historia de la humanidad, ¡por Dios que se ha necesitado al periodismo! Ya en las épocas de los grandes reyes, las gacetas (publicaciones periódicas de noticias) eran bien recibidas e incluso se solía elegir a aquellos que iban a tener el privilegio de publicar y difundir los recientes acontecimientos. Así fue como la gaceta se fue universalizando hasta llegar a hoy, cuando Cebrián recuerda los viejos pasares del periodismo.


Incluso es más, Cebrián recordó en aquella Asamblea de la SIP que "el espíritu de nuestra profesión pido enlazar así, nada menos que con la mitología romana y enseguida hubo quien descubrió la conveniencia de llamar mercurios a los diarios". Mercurio además de ser el dios del comercio, es también el mensajero de los otros dioses y el protector de la elocuencia.


El periodista y escritor español no sólo habló de los pasados de la profesión periodística, sino que también se concentró en la realidad actual, haciendo un enérgico llamado de atención sobre la desaparación que están teniendo los diarios de tarde y el auge en que está la información en la red y los cubrimientos de noticias por medio de los teléfonos móviles. "Las nuevas tecnologías y los nuevos comportamientos del consumidor amenanzan la pervivencia del periodismo en su sentido clásico". Sin embargo, recalca que la forma de defenderse ante la hostilidad de los nuevos tiempos es por medio de la seriedad, la profundidad, el debate y la investigación; pero, sin caer en la sobreabundancia de texto. Como siempre: rápido, breve y conciso, las básicas fórmulas que siempre se les enseña a los periodistas.


La idea es que en vez de las tres horas diarias que gastan los lectores o receptores frente al Internet o Televisión, sólo demoren 30 a 40 minutos leyendo el diario en cuestión. De esta manera, se podría frenar, un poco, la supremacía que puede llegar a tener la tecnología. Pero, el detalle que impide que el primer lugar de las fuentes informativas sigan siendo los diarios es la anticipación; algo que sí lo pueden tener aquellos medios tecnológicos (teléfonos celulares, internet, correo electrónico, chats). Sin embargo, Cebrián enfatiza en que estos factores no deben representar obstáculos para el periodista, sino un reto.


El propósito de esta intervención es hacer un llamado a todos aquellos periodistas que se sienten abrumados por la violenta llegada de la tecnología sobre los métodos de información clásicos y tradicionales, a que vuelvan a sentir el mismo gusto por el contar historias que en antaño, gozar con los inventos y las innovaciones y por sobretodo, "amar la pluma", escribir y comunicar por gusto, no por esclavitud. ¡Ahí está!



LA LARGA COLA DE ANDERSON

Las antiguas bibliotecas abrieron el paso a las estanterías virtuales y a las vitrinas informativas sobre las tendencias del momento en cuanto a las compras y a la actitud del lector actual. Libros, antes considerados marginales, ahora son fuentes de demanda creciente. Uno de los impulsores de esta nueva realidad, conocida como "touching the void" o "tocando el vacío" fue, precisamente, Amazon.
El cine está abriendo el paso a las grandes tiendas de DVD. La dramática situación del cine actual se puede ilustrar con el caso de Bollywood (el Hollywood de la India), donde cada año se producen más de 800 películas; pero, uno de los mayores éxitos de esa industria cinematográfica "Lagaan: Once Upon a Time in India" sólo llegó a proyectarse en dos salas y fue una sola que ya llegó a entrar en el circuito de distribución americano.
Se estima que hay cerca de dos millones de indios (ojo: provenientes de la India) que habitan en los Estados Unidos.
Estos son algunos de los casos que describe el libro "The Long Tail" de Chris Anderson (uno de los editores de la revista Wired y antiguo corresponsal de The Economist) para explicar cómo el actual fenómeno del avance tecnológico está llevando a que las alternativas, cada vez, más pequeñas; amplien, a su vez, sus demandas. Explicando de otra manera: las comunes bibliotecas están siendo reemplazadas por las estanterías virtuales; las estruendosos multisalas de cine están siendo rechazadas por la masificación de los DVD´s (blockbuster, Netflix) y así. Ya no se es capaz de congregar a grandes audiencias dispersadas; es por esto que Internet está trayendo una nueva modalidad para surtir a las personas de sus gustos y pasatiempos, como la lectura, la música (hoy es tan fácil descargar música en formatos MP3, MP4, WMA), el cine, juegos; está todo a la mano gracias a la computación.
"Cómo una limitada chance permite una ilimitada demanda" es la premisa del libro de Anderson, en el cual se aclara de la mayoría de los negocios de éxito en Internet se basan en agregar estelas largas. Eso ya lo saben muy bien las empresas nuevas del entretenimiento que generan enormes ganancias anuales; al menos, es el caso de Google, eBay, Rhapsody, Amazon y todas las demás que entienden este fenómeno como algo no sólo característico de las librerías online, sino de una nueva tendencia económica para las industrias del entretenimiento.



LA REINGENIERÍA DEL PERIODISMO




El último lector del periódico desaparecerá en septiembre del año 2043, según un investigador de la Universidad de North Carolina (más que un investigador, parece un futorólogo ante una bola de cristal). Por otro lado, la televisión abierta pierde irá perdiendo, cada vez más, su audiencia frente a la televisión por cable y satelital.


Estos son sólo algunos de los indicios que nos señalan un futuro dominado por el periodismo digital en un contexto altamente globalizado. Una situación real que nos invita a la reflexión y a repensar no sólo en el periodismo, tal como lo hace el artículo "Repensar las facultades del Periodismo", publicado por El Tiempo.com en enero pasado, sino en crear un nuevo sistema; algo así como la reingeniería del periodismo.