RUMORE ROSA: UN FRÍO RETRATO DE LAS MUJERES EN SOLEDAD
Se encienden las luces. El público escucha el zumbido de un ventilador. Una pantalla, iluminada por detrás, está situada en el centro del escenario. Tres micrófonos y nada más. Minimalismo. Escasez de utilería que produce una extraña serenidad. Aparece Marlene, una mujer de “look” andrógeno y físico anoréxico. Así comienza “rumore rosa”, la obra teatral de la compañía Motus que llegó al Festival Santiago a Mil para presentar su visión moderna y conceptual de “Las amargas lágrimas de Petra von Kant”, una película de Rainer Werner Fassbinder. Un teatro con ruido rosa, de atractiva propuesta visual y perturbadora por su frío retrato de las mujeres en soledad.
Por Elinor Trebilcock
Asignatura Periodismo de Espectáculos
Profesora: Clarita Tapia
Enero de 2008

El sonido de ambiente recrea la urbe. Bocinazos, autos desplazándose por las calles, bullicio de la gente. En la pantalla se vislumbra un living. Llama la atención el diseño de un cactus, sobredimensionado según las características físicas de los demás objetos. Los cactus son propios del desierto, la soledad y la adaptación fácil para los medioambientes hostiles. Bastante similitud con las vidas de las tres mujeres que narran pedazos de sus vidas en esta obra dirigida por Daniela Nicoló y Enrico Casagrande, un matrimonio proveniente de Rimini y que desde 1991 vienen desarrollando un teatro novedoso muy vinculado al cine, la pintura y el video.
Marlene provoca inquietud por su ambigüedad sexual. La obra de Fassbinder suele reflejar duras realidades; homosexuales, lesbianas, gángster, son parte de su mundo fílmico. La compañía Motus se inspiró en esa esencia fassbinderiana para exponer la fragilidad y desolación femenina frente a la opresión de las sociedades actuales. “Rumore rosa” es, justamente, un título para recordar el vínculo del color rosado al universo femenino y melodramático.


Petra es una mujer glamorosa. Viste con abrigo de piel y conversa distendidamente por el teléfono. ¡Pronto! ¡Pronto! ¡Vero! ¡Vero! Se entiende en nuestro idioma. La línea telefónica se corta y comienza el pip, pip, pip, pip….Sin darle mayor importancia, la mujer se acerca al ventilador y deja sentir la brisa del viento en su rostro. Bonitos cuadros, sencillez en la actuación.
IMÁGENES DIFUMINADAS
Resulta interesante, escenográficamente, la utilización de la parte posterior del escenario como un camarín. Allí las actrices se cambian de ropa e incluso continúan imbuidas en sus personajes. Los velos transparentes que separan ambos ambientes permite que los acontecimientos que ocurren atrás, sean iguales de atractivos que los desarrollados sobre el escenario principal. Imágenes difuminadas.
En el próximo cuadro, la mujer de aires andrógenos levanta un pedazo de espejo cortado en forma de triángulo. El espejo va reflectando la luz de los focos en el suelo, en las paredes y en los rostros del público. Un lindo juego de luz que se detiene cuando Marlene comienza a golpearse contra el suelo. Aunque impacta esta acción, se denota que es un truco de movimiento. En realidad, Marlene no siente nada. Un pequeño detalle que decepciona, puesto que siempre impactará más cuando los actores involucran algo de verdad y realismo en lo que están realizando.
La sensación de “no jugársela mucho sobre el escenario” se interrumpe con el son de una balada romántica. Atrás una mujer, a trasluz, se pasea en bata de dormir. El tocadiscos no para de sonar y se entremezcla con el ruido de la ciudad. Marlene interviene con “scratchs” sobre el vinilo. El disco avanza y retrocede repetitivamente. Esta obra “rumore rose”, sin lugar a dudas, muestra un excelente trabajo de sonido y soporte tecnológico. Un aspecto que combina muy bien con las emociones que derrochan las tres mujeres desesperadas por afecto.
Resulta atractivo el aspecto interactivo de la animación en pantalla. La recreación de los distintos ambientes no cansa; pero, no se sienten los pelos erizados en el público. No está esa electrizante sensación “piel de gallina”.

Los diálogos y textos son entretenidos y fieles reflejos de una realidad que comparten muchas mujeres. “¿Con quién fuiste a bailar?...Con un negro grande, con pico grande… ¿Cómo era ese hombre?...Humm, imagínate unas manos negras sobre mi piel blanca delicada”. Este es parte de un diálogo, reproducido con voces en off, que saca algunas risas entre el público.
La sala de teatro de la Universidad Finis Terrae es agradable, amplia, con buena acústica e implementación. La distribución de las butacas, en declive, permite a todos ver desde un buen ángulo. En la ciudad de la pantalla hay un letrero de neón que dice “night” y sobre el escenario una mujer bailando en un cabaret.
Por años se ha entendido que una obra teatral debe contener una introducción, desarrollo, clímax y un final. Con la posibilidad, eso sí, de reubicar cada uno de los episodios, según el afán del director. En “rumore rosa” cuesta entender cuál es el clímax de la obra. Pueden ser varios. Uno de éstos, podría ser cuando Marlene introduce su cara en un balde con agua. Una vez más, llama la atención el sonido. Los ruidos de respiración bajo el agua son fuertes y recrea lo que ella, por sí sola, no podría hacer para el público.
Más tarde, una torta con velas es ingresada al escenario con “smoke in your eyes” de fondo. Las velas se extinguen por el viento del ventilador. Los micrófonos se esconden bajo un plástico y ¡Bravo! Terminó la obra. Las tres apariciones de despedida que hacen las actrices no logran sacar aplausos con júbilo. Fue un rumor rosa que no traspasó el de “boca en boca”. Fue un rumor rosa que quedó sin colorido para aspirar al fucsia. Pero, es una obra agradable a la vista y con suave fragancia sonora..................
Más tarde, una torta con velas es ingresada al escenario con “smoke in your eyes” de fondo. Las velas se extinguen por el viento del ventilador. Los micrófonos se esconden bajo un plástico y ¡Bravo! Terminó la obra. Las tres apariciones de despedida que hacen las actrices no logran sacar aplausos con júbilo. Fue un rumor rosa que no traspasó el de “boca en boca”. Fue un rumor rosa que quedó sin colorido para aspirar al fucsia. Pero, es una obra agradable a la vista y con suave fragancia sonora..................